La
jornada continua en los colegios ha levantado gran controversia
Mónica
Serrano.
Vila-real
En España, los centros
educativos de Infantil y Primaria siempre se han regido por un
horario de jornada partida, es decir, con clases de 9:00 a 13:00 y de
15:00 a 17:00. Ahora, desde el Ministerio de Educación se ha
planteado la opción de cambiar las horas lectivas. La Conselleria de Educación les ha brindado a los padres la oportunidad de elegir entre continuar
con esta agenda o cambiarla a una jornada continua que comprenda de
las 8:00 a las 15:00 sin descanso —como
se hace en los institutos de educación secundaria—.
Durante este curso, los centros que así lo decidan, pueden convocar
unas elecciones para decidir si se implanta una jornada matinal
intensa o se permanece como hasta ahora, con clases por la mañana y
la tarde con un descanso a mediodía.
Juani García, presidenta del
AMPA en el CEIP Pasqual Nácher de Vila-real (Castellón) y miembro
del Consejo Escolar del mismo, confesó que los profesores de dicha
escuela estaban más que satisfechos con el posible cambio de
horario. Y agregó, además, que había que tener en cuenta que para
el personal docente, este nuevo horario significaría salir un par de
horas antes de la escuela. Los profesores de los centros más
favorables al cambio argumentan que la jornada continua tiene
beneficios en el aprendizaje del alumnado, un aumento de la capacidad
de atención por parte de este -algo que corrobora Mercè Batalla,
estudiante de Magisterio Infantil en la Universitat Jaume I y
monitora de tiempo libre- y una mejora en la vida familiar.
<<La
conciliación supone hacer auténticos encajes de bolillos, por lo
que los padres y madres se deciden por una u otra en función de sus
necesidades. No es que no les preocupe lo que es bueno o no para sus
hijos, sino que su necesidad principal es hacer coincidir sus
horarios>>, explicó Beatriz Menéndez, pedagoga y directora de
Esparcer.com,
en 2014 en el ABC.
La Conselleria,
ha dejado en manos de los padres la decisión, lo que ha provocado un
gran número de problemas entre algunos padres y el profesorado. <<No
solo eso. -afirma Rafael Feito Alonso, profesor de Sociología en la
Universidad Complutense de Madrid- También hay enfrentamientos
entre padres. Más bien lo que hay es un abuso de poder moral por
parte del profesorado, el cual es juez y parte en esta cuestión>>.
En el caso de Juani García, ella
confiesa que sus intereses como madre y sus intereses como portavoz
de la comunidad educativa desde su puesto de representante de la
Asociación de Madres y Padres de Alumnos, han chocado. <<Hay
que tener moral>>, afirma al hablar de que, aunque estuviese en
contra del proyecto, se sentiría en la obligación de votar <<Sí>>
a la propuesta realizada por el personal docente para que, así,
todos los padres puedan conocerlo y votar respecto a sus
inclinaciones personales. <<De otra forma -añade- no sería
una democracia, sino una dictadura>>. Sin embargo, mostró su
preocupación respecto al proyecto hecho -según ella- con <<corta
y pega>> de otros. Y alude a que la plantilla de maestros no
han definido de forma clara la propuesta. Para llevar a cabo un
cambio tan importante en el sistema educativo, hay que pensarlo y
dejar todo bien atado, en ello coinciden todos los implicados en la
polémica.
<<Los padres no votan
cambiar la metodología del aula sino que eligen el horario que creen
mejor para sus hijos>>, afirma Asunción Bañón de la
Plataforma a favor de
la jornada continua.
Esta es una cuestión que preocupa a los padres puesto que reaviva, a
su vez, el debate sobre la carga de deberes ideal que deben tener los
niños. Muchos padres, entre ellos, Juani García, muestran su
preocupación ante la posible reducción de tiempo de las lecciones o
el aumento de ejercicios para casa. Sin embargo, desde la Plataforma
a favor de la jornada continua
consideran que es un error pensar que con una jornada intensa habrá
más deberes ya que solo es un ajuste de agenda y no del
procedimiento en las aulas.
El comedor, usado por muchos
niños a los que sus padres, por problemas de horario no pueden
recoger a la hora de comer, vería limitada su función. Asunción
Bañón no cree que el número de usuarios de este servicio ni las
becas destinadas a este, se vean de modo alguno reducidas. En cambio,
Juani García, cree que esto supondría una disminución en la
plantilla de monitores que sirven y cuidan a los niños durante el
descanso para la comida de 13:00 a 15:00. No solo eso, sino que
piensa que las empresas que distribuyen la comida a los colegios se
irán <<al garete>> si se introduce el horario matinal ya
que muchos padres se llevarán a los niños directamente a casa.
Junto a estas empresas del
comedor, ser irían, igualmente, <<al garete>> las
empresas que se encargan de la organización de las actividades fuera
de horario si se implantan las dinámicas que planea introducir la
Conselleria. Estas nuevas extraescolares serían gratuitas y tendrían
un carácter lúdico. Se llevarían a cabo por las tardes y los
encargados de diseñarlas serían los profesores por voluntad propia,
es decir, que el profesorado debería comprometerse a hacer algún
ejercicio educativo a partir de las 17:00 horas. Asimismo, quiere
quitar las actividades de pago que organiza el AMPA porque considera
que sería discriminar a los niños de familias con una economía
baja que no puedan permitírselas.
<<Si se hace, hay que
hacerlo bien. -expresa Mercè Batalla- no se puede cambiar la rutina
de los niños por otra y, si luego no funciona, volver a la
anterior>>. Para poder implantar un nuevo horario lectivo que
sea eficaz y ayude a la mejora de la educación y la conciliación
familiar, hay muchos puntos a tener en cuenta. <<Hay que
mejorar>>, afirma Juani García con la que concuerdan Asunción
Bañón y Mercè Batalla. Asimismo, toda la comunidad educativa debe
ser partícipe de la elección puesto que estamos en un país
democrático y la educación es de todos.
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