Sonó el timbre y se dirigió a la biblioteca que había en el centro. Rebuscó entre los estantes de libros olvidados, observando unos cuantos hasta que vio uno encuadernado de color morado.
Este libro tan singular le llamó la atención de una forma extraordinaria. En la portada decía "El libro mundial." Gonzalo pensó que era un título un poco raro.
Lo abrió y leyó: "Todos los mundos que existen y estan por existir se encuentran en este libro. Una persona puede escapar de su mundo a otro. Los pasos a seguir son fáciles: cierre los ojos y piense en el mundo al que quiere visitar." pasó la página y en la introducción ponía: "Una persona puede escaparse a un mundo virtual, imaginario, pasado, presente, futuro, a la nube, al limbo, al séptimo cielo, un mundo mágico, fantástico... "
A Gonzalo le hizo gracia, cerró los ojos y antes de pensar donde quería ir, se coló en sus pensamientos el tema de su clase anterior: La Edad Medieval.
El joven profesor no sintió ningún cambio en el ambiente, por eso, abrió los ojos y se encontro dentro de las murallas de un castillo, la gente vestía con ropa de época. Él se miró a ver si sus ropajes seguían siendo los mismos, pero no, no lo eran, iba vestido de bufón.
Gonzalo cerró los ojos y pensó en otro sitio, abrió los ojos para ver que estaba en una aldea donde sus habitantes no medían más de un metro.
Desde ese momento, se convirtió en un viajero del tiempo. Y el secreto de viajar en el tiempo pasó de generación en generación por su família.
Me gusta, en los libros viajas a otras epocas otros mundos sin levantarte del sillon.
ResponderEliminarTienes toda la razón, no recuerdo quién dijo que "No hay mejor nave para navegar que un libro."
EliminarParece que el personaje del relato vaya "colocado" pero es gracioso
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