3 marzo, una multitud de gente a la espera de que abrieran el auditorio de Vila-real. Se abren las puertas y la gente empieza a localizar sus asientos. Nerviosismo y emoción en las butacas. Presentan el acto y anuncian que habrá un descanso de 10 minutos en mitad del espectáculo.
De momento, una voz en off, la de Hugo Rubert, que anuncia el musical más canalla y explica que se pueden tomar tantas fotos y hacer tantos vídeos como se deseen. Además, pide a los asistentes que no tengan vergüenza de cantar las canciones, siempre que se las sepan y afinen.
Se abre el telón, y tras un momento de confusión en el que el micrófono no se escuchaba bien desde las butacas, empieza todo a rodar. El musical inspirado en las canciones de Joaquín Sabina va tomando forma. Y consigue aplausos y risas durante todo el transcurso de la representación. Para acabar con el auditorio en pie, aplaudiendo y cantando con todo el elenco de actores y bailarines.
Dejando un buen sabor de boca y ganas de más. Muy buena adaptación de guión y canciones. A la salida, nadie quería quedarse sin felicitar personalmente a todos por hacernos cantar (aún desafinando), bailar, reír, llorar y emocionarnos de mil formas.
Desde La Dialéctica de las imágenes queremos felicitar a todos los que forman parte de 19 días y 500 noches por su trabajo. Esperamos volverlos a ver pronto, porque queda Sabina para rato.
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